La historia de Purranque se remonta a los pueblos huilliches, encabezados por el cacique Raylef, quienes habitaban este territorio cuyo nombre original, Purranquil, significa “Tierra de Carrizales” o “Tierra de Monte”. El origen de la ciudad moderna se vincula directamente a la llegada del ferrocarril entre Osorno y Puerto Montt, hito que marcó su nacimiento como poblado ferroviario en 1911 con la fundación de la Villa Lo Burgos de Purranquil por Tomás Burgos. La instalación de la estación de tren y su ubicación en un importante cruce de caminos favorecieron el surgimiento del comercio y el asentamiento de pioneros, transformando rápidamente el lugar en un centro de intercambio para las zonas rurales circundantes.

Durante las décadas siguientes, Purranque experimentó un sostenido crecimiento económico y social basado en la agricultura y la ganadería, destacando la creación de la Feria Ganadera en 1919, así como la instalación de aserraderos, una maestranza, la primera planta eléctrica y la Fábrica de Linos en 1937. Este desarrollo permitió que, tras gestiones encabezadas por líderes locales como Emilio Held Winkler, la localidad fuera declarada comuna en 1940 y elevada a ciudad en 1941. Paralelamente, se consolidó una identidad cultural rica en tradiciones, leyendas populares como El Culebrón y una profunda devoción a San Sebastián, elementos que hasta hoy forman parte del patrimonio histórico y cultural de una comuna que continúa creciendo y posicionándose como una de las más relevantes de la provincia de Osorno.